sábado, 16 de febrero de 2008

¡El Conquistador!

Después de muchos años disfrutando regularmente del teatro, me sorprendió el papel que el vídeo juega en esta obra, ya que traspasa su faceta habitual, proponiendo nuevas funcionalidades y, tal vez, una manera distinta de hacer teatro.

El elemento innovador es la presencia del vídeo como creador de escenarios y a la vez, como elemento en el que los personajes se desenvuelven, integrando en la acción al actor presencial con otros que solo aparecen enlas imágenes, y haciéndolo a veces con completa continuidad, por ejemplo cuando el actor desaparece tras la pantalla de proyección para aparecer en el vídeo dentro de la misma escena. Esta fusión aporta un carácter dinámico para el que serían necesarios otros actores y escenarios, pero que aquí se logran gracias al vídeo. Esta propuesta es realmente sugerente y un aviso de las posibilidades que un elemento encierra al tratarlo con imaginación.

La escenografía de la obra consta principalmente de la pantalla de vídeo, de un marco que se transmuta dando origen a la idea de diversos escenarios, como el mar, un taxi, una piscina, etc., y de un mostrador que guarda objetos secundarios.

Solo hay un actor presencial, sobre cuya interpretación recae todo el peso de la obra, acompañada de una planta y de unas piernas de hombre con una mínima aparición. El trabajo de actores se complementa con otros que aparecen en imágenes grabadas en vídeo, pero que hablan con el actor presencial, haciendo que la obra tenga por momentos una sobrecarga de situaciones que parecen agobiar al personaje central debido a las demandas de los personajes virtuales.

La obra es entretenida, aunque hay momentos monótonos, no consiguiendo sobrepasar el punto de atención del espectador y convertirlo en el de disfrute. Tiene situaciones cómicas y, pasada la sorpresa del uso del vídeo, solo queda la versatilidad del aprovechamiento del marco para sugerir varios objetos. Aunque resulta agradable, no llega a llenarte, saliendo con la sensación de que se podía hacer mucho más, principalmente por la trama, que se envuelve sobre sí misma, pierde carácter y queda completamente difusa. Como en otros casos, es la baja calidad de la trama lo que acaba con la propia obra.

El actor es también el autor, Thaddeus Phillips, y la dirección la realiza Tatiana Mallarino.


Lo que sigue es un extracto extraído de http://www.madrid.org/fo2007/pdf/el_conquistador.pdf:

Thaddeus Phillips, colaborador de Robert Lepage, interpreta a Polonio Castro, campesino colombiano que viaja a la gran ciudad persiguiendo su sueño: convertirse en una gran estrella del culebrón. Sin embargo, su cómico periplo comienza, no en un plató de televisión, sino en la portería de una exótica casa de vecinos habitada por los personajes más disparatados: una anciana que intenta seducirle, un hombre que no ha salido de su casa en ocho años, un narcotraficante celoso. "¡El Conquistador!" es al mismo tiempo película -los vecinos se comunican con Polonio mediante un vídeo citófono que los espectadores vemos en una gran pantalla-, obra de teatro, historia épica y telenovela. Famosos actores colombianos como Cristina Campuzano, Luis Fernando Hoyos, Helena Mallarino, Tatiana Mallarino, Víctor Mallarino y Antonio Sanint encarnan a los inquilinos de este edificio, demostrando que a veces la vida real es más intrigante, surrealista y absurda que la telenovela más enrevesada. Diálogos trepidantes, energía, suspense, experimentación multimedia, paisajes rurales y urbanos de la Colombia contemporánea y un hombre de teatro, Thaddeus Phillips, que despliega carisma, imaginación y osadía. Su interpretación del portero Polonio le valió una nominación a los premios Drama League 2007 en la categoría de Mejor Actor. "¡El Conquistador!" es una producción de New York Theatre Workshop y se estrenó en el Philadelphia Live Arts Festival en 2004; un año después fue nombrada Mejor Producción Teatral de 2005 por el Denvers Westword y nominada en 2007 al premio Lucille Lortel en la categoría de Mejor Espectáculo con un solo Intérprete.

Sobre la Compañía
Thaddeus Phillips es un hombre de teatro en el sentido más amplio del término. Comparado por la crítica con Roberto Benigni, Charlie Chaplin o Rowan Atkinson, es Director Artístico de la compañía norteamericana The Lucidity Suitcase Intercontinental caracterizada por llevar a escena temas contemporáneos y textos clásicos con un diseño innovador, valiente y original. Entre los trabajos de la compañía, todos obra de Phillips, se incluyen: "Flamingo/Winnebago", "Red-Eye to Havre de Grace", "The Tempest" -"La Tempestad", interpretada en una piscina para niños-, "Planetlear" -una versión de marionetas de "El rey Lear" de Shakespeare-, "Lost Soles" y "The Earths Sharp Edge". Thaddeus Phillips colaboró como escritor y actor en "La geometría de los milagros" de Robert Lepage, un proyecto que se presentó en Toronto, Madrid, Lisboa, Barcelona, Londres, Glasgow, París, Mauberge, Bogotá, Chicago, Iowa, Minneapolis, Montreal y Nueva York.

Sobre el espectáculo
La cosecha de Polonio se ha estropeado a causa de la lluvia de pesticidas lanzada por Estados Unidos en su campaña contra los campos de coca de Colombia. Coge entonces su televisión y su planta-confidente y se marcha a Bogotá en busca de un futuro mejor. Ya en la capital, en su trabajo como conserje de un edificio llamado Nuevo Mundo, trata con los personajes más excéntricos: una mujer que no deja de quejarse de la ruidosa fiesta del vecino; el anfitrión de la fiesta que insiste en que Polonio dé unos tranquilizantes a la molesta señora que aporrea su puerta; una figura siniestra que abusa
de su novia y recibe extraños paquetes a extrañas horas del día; un espíritu paranoico que merodea por el edificio... Polonio es adicto a las telenovelas, está obsesionado con "Las noches de Luciana", protagonizada por Paola Turbay y Renato Rossini. Phillips cuenta que los culebrones sacan sus argumentos de obras de Shakespeare y de aventuras como "El conde de Montecristo". Así, veremos una tragedia al estilo de Romeo y Julieta -un suicidio causado por una muerte simulada-; una confesión del villano sobre sus rodillas, como Claudio en Hamlet; y al igual que en "Los dos hidalgos de Verona", gemelos perdidos en el mar.

Destaca el hecho de que Phillips no habla español fluido -aprendió el diálogo de memoria-, así como el empleo de recursos escenográficos, como el marco de plástico que hace de techo, taxi y piscina. La idea del montaje partió de Phillips, "desde que fue a Colombia le fascinó su cultura. Siempre quiso hacer algo con mi familia", explica Tatiana Mallarino, esposa de Phillips y sobrina de Víctor Mallarino -famoso actor de telenovelas-, con quienes escribió la obra.

La participación de los colombianos y las imágenes del edificio se grabaron en Bogotá durante la residencia en la Casa del Arte en agosto de 2004. Phillips y Tatiana cuadraron el diálogo a partir de ellas.

"¡El Conquistador!" pretende ser la primera entrega de una trilogía, el viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo enmarca la acción. Viaje, fronteras, colonialismo y deslocalización cultural son importantes temas en la obra de Thaddeus Phillips.


La referencia citada completa
luciditysuitcase.org
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